Un blog de Miguel Ángel López Molina                                                                                                                   miguel@ylogica.com  

 

Ansiedad (2): El síndrome invisible

La noche en que se derrumbó, Ana supo que necesitaba ayuda. Fue después de arropar a sus tres hijos, de edades tan distintas como sus demandas. Se desahogó con su esposo, sollozando, y le confesó que se sentía una madre fracasada, que no podía darles el amor que merecían, que se veía incapaz de seguir dándoles una educación así como de guiarles en la vida.

Desde que el mundo se paralizó por la pandemia, su vida se volvió un caos. Tuvo que hacer malabares entre el trabajo a distancia y el cuidado constante de sus hijos. A sus 42 años, le asaltaron los achaques de la premenopausia, las tensiones familiares y el insomnio voraz, que solo aplacaba con pastillas.

Tres años después, Ana ha recuperado la sonrisa. Pero no quiere darse a conocer. Sigue en terapia y en su oficina nadie sabe lo que ha pasado.

“Esta sociedad no acepta sus límites”. “Los padres y madres de hoy viven angustiados, mucho más que los de antes. Hemos permitido que la maternidad se haya convertido en una gesta cuando trabajas, llevas una casa, y encima, quieres tener algún hobby”.

Ana sufre el síndrome del progenitor quemado, un problema invisible, pero cada vez más frecuente en la sociedad actual. Los padres y madres se ven desbordados por la acumulación de roles y responsabilidades, y sienten culpa y dudas sobre su capacidad parental. Los síntomas pueden variar desde dolencias físicas hasta depresión o distanciamiento con los hijos. Ana sigue en terapia y oculta su situación en el trabajo.

Nota al margen:

El síndrome del progenitor quemado se diferencia del agotamiento laboral, reconocido por la OMS, en que se vive en el ámbito privado y se guarda en secreto por los tabúes sobre la paternidad y la maternidad.

Oficialmente, los progenitores quemados no existen en nuestro país.

 

Solo sé que el cansancio y el hastío serán más llevaderos cuando en mis ojos cerrados  únicamente vea que es la vida la que está frente a mí. Cuando acepte lo que soy y lo que tengo, y agradezca lo que esa vida de bueno me ofrece”

López Molina

M.A.López Molina
16/06/2023

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