Introducción

En el transcurso de la vida, hay ocasiones en las que parece que se escucha un "click" en la mente. En ese preciso instante, cuando intentamos dar sentido y orden a nuestra vida sin éxito, cuando descubrimos que ninguna de las soluciones conocidas nos sirve, algunos optan por reiniciarse y empezar de nuevo.

Parece ser que a ese punto de inflexión llegó la persona que ha inspirado este contenido. Estoy hablando de Mo Gawdat.

Después de 30 años como director de negocios de Google, Mo dio un giro radical a su vida. En el 2014 y motivado por la pérdida de su hijo debido a una negligencia médica, El Chief Bussines Officer de Google se empeñó en descubrir qué nos hace felices.

Son muchas las maneras en las que podemos afrontar una situación límite como fue la de Gawdat. Él eligió honrar la memoria de su hijo ofreciendo a los demás sus conocimientos y experiencia personal.

En esa caótica búsqueda en la que a veces nos encontramos, Mo entró una tarde en internet y se compró dos Rolls Royce. Os preguntaréis ¿por qué? La respuesta es muy sencilla: porque podía, y porque intentaba llenar un inmenso agujero en su alma. No te sorprenderá descubrir que cuando estuvieron en su poder esos dos magníficos clásicos del estilismo automovilístico inglés, su ánimo no se levantó ni un ápice. 

El hombre al que no le importó gastarse cientos de miles de libras en un par de clics, hoy es una persona totalmente distinta.

A todos nos puede chocar como alguien del Sillicon Valley puede llegar a interesarse por un concepto como la felicidad. ¿Por qué solemos pensar que la tecnología no tiene nada que ver con los sentimientos?

Según sus palabras: “en el mundo actual, y el de los negocios en particular, mostrarse serio es visto como algo bueno. Llegué a la conclusión de que la felicidad no es solamente algo que hay que tener, sino algo que te lleva al éxito. Una de las razones por las que he prosperado es que mi prioridad consiste en  que la gente que está a mi alrededor sea feliz y productiva”.

Parece ser que su historia con la felicidad se remonta a hace 25 años. Según él, tenía más éxito del que merecía, y cuanto más le daba la vida, más infeliz se sentía.

Todos andamos en busca de felicidad, pero resulta muy difícil encontrarla cuando padeces una enfermedad crónica o cuando no puedes dar de comer a tu familia. Pero si superas determinados umbrales en la vida, la felicidad depende de otras cosas.

Como siempre digo, no tengo la certeza de nada, ni que lo que a continuación escribo sea la verdad absoluta. No creo que nadie la tenga. Cada persona puede tener un concepto distinto de la felicidad, además de optar por métodos propios para intentar conseguirla. Solo es un resumen de algunas reflexiones al respecto. Lo que si deseo es que, sea de la forma que sea, todos encontremos lo que andamos buscando.

PON UN ALGORITMO EN TU VIDA

Todos queremos ser felices, pero parece que la vida se empeña en llenar nuestro camino de obstáculos para que no lo consigamos.

Para comenzar, debemos tener en cuenta dos de los conceptos claves que nos mediatizan: las expectativas y las percepciones.

Ya sea consciente o inconscientemente, todos hacemos las cosas con una expectativa clara de que se cumplan, sin embargo de cómo percibamos dichas cosas y sus resultados, depende en gran medida nuestro grado de satisfacción y felicidad. 

Ya que estamos en modo numérico vamos a desarrollar lo que llamaremos el modelo 675, un modelo que nos pueda servir para saber cómo posicionarnos y encontrar soluciones.

6 Errores o ideas preconcebidas

7 Debilidades que nos impiden ser felices

5 Pilares para construir la felicidad.

La felicidad es nuestro estado vital por defecto. Nuestro estado natural es ser felices, pero parece que eso nos queda muy lejano. Parece como si muchas veces “no quisiéramos ser felices”.

Nos centramos en cosas materiales. Parece que vivimos en una eterna necesidad de poseer cosas, envidiamos lo que tienen los demás y desesperados, intentamos conseguir metas a veces inalcanzables, de forma persistente, obsesiva y rápida. 

La conclusión es que: Nuestra meta…es alcanzar la meta.

Sin embargo, sabemos que no siempre es así. La meta, a veces no se alcanza, de hecho, la meta se convierte en esa rara avis inalcanzable que al no conseguirla solo nos produce insatisfacciones y frustraciones, y por lo tanto… infelicidad.

Reflexionando sobre todo esto, la conclusión es que existe otra fórmula, que tal vez sea mejor, para intentar conseguir la felicidad. Esta es la ecuación:

LA FELICIDAD ES MAYOR O IGUAL QUE NUESTRA PERCEPCION  DE LOS EVENTOS MENOS  LAS PERSPECTIVAS QUE TENEMOS DE ESOS EVENTOS.

Un ejemplo que haga más didáctica esta “fórmula”. Si yo hago una cosa, espero que lo que suceda lo haga de una determinada manera (perspectiva). Si esto no se cumple nos frustraremos y seremos infelices.

Pero todo es subjetivo; una misma circunstancia es diferente para según qué persona. Incluso puede ser diferente para la misma persona dependiendo del momento, la circunstancia o el contexto. En realidad, llegamos a la conclusión de que la realidad no existe. Existe una percepción personal de cada momento y de cada circunstancia. 

“En realidad, comenzamos a comprender el mundo cuando entendemos que no entendemos nada”

En resumen, todo es subjetivo, luego, para ser feliz, tenemos que ajustar nuestras perspectivas.

Lo que sucede, no afecta a la felicidad. Es tu apreciación de esos eventos lo que te condiciona.

Algoritmos en base 6 IDEAS PRECONCEBIDAS

   1. Nuestra voz interior somos nosotros mismos.

Hay un “discurso”  interior que cuestiona de forma constante nuestras decisiones a la vez que juzga la de los demás. Cuando nuestro cerebro nos dice algo, tenemos que hacer un ejercicio de pensar que es otra persona quien nos la dice. El cerebro tiende a pensar en el lado negativo de las cosas cuando estas incluyen un cierto riesgo o exposición por nuestra parte.

Sirva como ejemplo de que si tenemos miedo a hablar en público, nuestro cerebro nos trasladará de forma recurrente el mensaje de que no seremos capaces y fracasaremos en el intento.

La labor del cerebro es estar en modo supervivencia. Debemos controlar nuestra voz interna y escoger. Hay que decir NO a los pensamientos negativos que nos paralizan y nos hacen tomar malas decisiones.

Debemos bucear en nuestro interior y buscar el problema raíz, y una vez lo localicemos, trabajar para minimizarlo o erradicarlo.

    2. Nuestro cuerpo somos nosotros mismos. 

Esto que parece una perogrullada, al final no resulta tal. Cada vez que nos pasa algo o nos sentimos mal, tendemos a pensar que es al “conjunto de nuestra persona” al que le pasa. Es obvio que si te sientes mal o te ocurre un problema, esto influye en tu estado de ánimo y en tu forma de ver las cosas.           En realidad, salvo que sea algo irreversible, lo que te pasa es una señal de que algo no funciona y debemos atajarlo en la medida que sea posible. Pero esto no debe afectar al total de nuestra felicidad. El cuerpo no es más que una pieza más del conjunto. Te puedes sentir mal porque te duela la cabeza, tienes una úlcera o te has hecho un esguince, pero no por ello has de ser menos feliz.                                                                                                                                                                                              

    3.Pensamos que lo sabemos todo. 

Nuestro conocimiento es muy limitado y cuando llegamos a comprender esto, entendemos que tomamos decisiones con información limitada. Le damos vueltas y más vueltas a las cosas con la percepción que tenemos y quizá nos falten datos para tomar una decisión adecuada. 

Un ejemplo sería que si discutimos con una persona de nuestro entorno más cercano o nuestro trabajo, nos quedamos con la percepción de ese momento y quizá tomemos decisiones precipitadas en base a esa percepción o esa “emoción” del momento. Quizá nos falten datos, que se me antojan pueden ser importantes, como saber por qué esa persona se ha comportado o actuado de esa manera. 

Pensamos que lo sabemos todo y no es así. Y eso nos afecta

   4.El tiempo es real.

Pues no, el tiempo es muy subjetivo. Nuestras expectativas están basadas en el tiempo. Nos damos un tiempo para que se cumplan los objetivos marcados, y si no se cumplen, nos llega a producir frustración. La percepción del tiempo es relativa, como diría Einstein, y nuestros marcos de referencia también. 

Buscamos tener el máximo control de nuestras vidas, y hay cosas que nos muestran que tenemos muy poco control sobre ella. Debemos contar, aunque sea improbable, con la posibilidad de que puedan pasar eventos de los que no tenemos la capacidad de controlar: Epidemias, terremotos, quiebras… Si creemos tener el control de todo, aumentan las expectativas, pero también aumentan de forma exponencial la posibilidad de una mayor frustración. 

Tenemos que aceptar que debemos de despegarnos de los resultados previstos, aceptando las consecuencias de esos imprevistos.

Rellenas un curriculum de entrada en una empresa, seguro que lo harás lo mejor posible y pensarás que no pueden dejar de cogerte, pero no debemos de dar por supuesto que así sea. Hay factores que controlamos y otros que no. La decisión final no depende de nosotros.

     5.El miedo nos protege. 

El miedo forma parte de nosotros como seres humanos que somos y lo usamos como protección. Pero el miedo no es útil cuando nos paraliza sin motivo.

Tenemos que entender que cuando sentimos miedo a algo debemos pensar que hay algo más profundo detrás de ese miedo. Cita a ciegas, miedo al avión, hablar en público. Tratarlos pero no encubrirlos. Es una señal que nos pone en alerta de que algo no funciona como debiera.

    6.Hazte preguntas. Respóndelas

Pregúntate ¿Qué es lo peor que me puede pasar? 

¿A quién le importa si eso me sucede? No es el fin del mundo

¿Es probable que esto llegue a suceder?

¿Cómo puedo impedir que suceda? 

Con estas preguntas visualizas posibles soluciones

¿Podría recuperarme si lo peor sucediera? Esperanza

¿Qué pasa si no enfrento mis miedos? No hacer nada es a veces peor que enfrentarse a ellos.

¿Qué es lo mejor que me podría suceder? La visualización positiva, nos ayuda y nos impulsa a conseguir objetivos. 

Algoritmo en base  7 DEBILIDADES QUE NO NOS AYUDAN

1.Los filtros. 

La cantidad de información a que la  estamos sometidos es inmensa. Nos vemos abrumados, y muchas veces indefensos, ante la constante e intensa lluvia de mensajes más o menos subliminales que llegan a nuestro cerebro. Muchas veces resultan ser estímulos irrelevantes que no ayudan a tomar decisiones correctas. El cerebro suele quedarse solo con la información negativa, cuando es tendencia, porque la misma constituye una amenaza. Filtra y procesa la información de manera sesgada, -recordemos que es por instinto de supervivencia- y decide que casi todo va mal. 

Debemos esforzarnos por enfocar las cosas positivas, que también las hay, en toda esa información que recibimos.

2.Asumir cosas.

En muchas ocasiones, damos por asumidas cosas porque tenemos ideas preconcebidas al respecto de una información o evento.

Pero, si nos preguntamos ¿Qué es lo que realmente sabemos? Observamos cómo realmente sabemos muy poco de lo sucedido.

Cuando damos por hecho determinadas cosas, quizá estemos en el comienzo de permanecer en un error permanente, y eso no ayuda en absoluto.

En la medida sea posible ve a la fuente e intenta ser más objetivo. No des por certeras cosas y eventos que te impidan reconocer las cosas positivas analizadas desde  otras perspectivas.

3.Predicciones.

Asumimos como hechos consumados eventos que aún no han pasado. Sabemos o creemos saber lo que los demás esperan de nosotros y a partir de ahí, formamos creencias y certezas acerca de nuestras capacidades, gustos y personalidad. Nos marcamos expectativas y metas en base a esos criterios y pensamos que debemos estar a la altura. Cuando esto no sucede, la frustración y la infelicidad está servida. En este apartado cabe también lo que se denomina como “Profecías autocumplidas”. El mecanismo por el funcionan estas “profecías” consiste en que si creemos que vamos a tener ciertos resultados, es muy posible que vayamos modificando nuestra conducta poco a poco, y por lo tanto los esfuerzos por conseguirlo varíen.

Esto funciona tanto en positivo, como en negativo. 

Si por ejemplo, pensamos que no vamos a conseguir algo es muy posible que dejemos de poner los medios para conseguirlo, por el contrario si estamos convencidos de que si lo lograremos, nuestro esfuerzo será mayor

4.Los recuerdos. 

Los recuerdos colorean la percepción. Los recuerdos nos llevan a percibir e interpretar de forma errónea la realidad de lo sucedido. Lo que ha pasado en el pasado nos condiciona en el presente. Prejuzgas en base a unos recuerdos y a veces estos están distorsionados.

Hay que entender la experiencia vital en presente. Debemos intentar no utilizar y no pensar en exceso con la forma verbal en pasado: viví, me pasó, ocurrió…

5.Poner etiquetas a las cosas.

En este apartado (debilidad) están los Estereotipos. Las generalizaciones suelen dar lugar a percepciones falsas. Tendemos a prejuzgar a determinadas personas o grupos de personas según las creencias generales o según nuestra experiencia del pasado, y eso no se corresponde en muchas ocasiones con la realidad.

Estereotipos o etiquetas sobre sexo, razas, culturas, nacionalidades, vestimenta, laborales, de edad, etc. son por supuesto una simplificación de la realidad y suelen ser causa de prejuicios, en muchas ocasiones infundados, que nos impiden ni siquiera procesar otros puntos de vista, que puede que sean opuestos al nuestro pero que también pueden estar más cercanos a la realidad.

6.Emociones. 

Una situación sucede y las emociones nos llevan a percibir diferente las cosas de diferentes maneras. Las emociones nos impiden dar buenas soluciones a los problemas o las situaciones a la que te enfrentas.

Debemos entender y escuchar a nuestro cerebro y ponernos en alerta cada vez que escuches: odio, no me gusta, tengo miedo, no empatizo, es así o no es así sin más… al sentir así, es posible que tu reacción y tu percepción de las cosas esté cegada y sesgada por las emociones. 

7.Exageración. 

Tendemos a exagerar nuestras percepciones y por lo tanto, tendemos a exagerar las posibilidades negativas de las cosas. 

Un claro ejemplo es el miedo a volar que surgió después del 11S. Permaneció un cierto miedo a volar aunque sepamos que es más probable morir en un accidente de tráfico yendo al aeropuerto que en el vuelo.

Las palabras: Siempre, Nunca, Esto es 100% que va a pasar, introducen en tu cerebro esa exageración que te hace ser menos ecuánime ante las posibles adversidades o soluciones. 

Algoritmo en base 5 PILARES EN LOS QUE CONSTRUIR NUESTRA FELICIDAD

1.La importancia de ser autoconscientes. 

Para ser feliz hay que dedicarle tiempo a vivir en el presente

Si vivimos en el pasado, estamos condenados a una melancolía crónica. 

Miedo al futuro. La ansiedad son proyecciones de lo que puede pasar en el futuro.

En el presente no hay frustraciones por hechos pasados, ni ansiedades por cómo será el futuro. Debemos priorizar el presente

2.Lo inevitable del cambio.

El cambio es constante en nuestra vida, y en gran medida no podemos controlarlo. No tenemos el control total de nuestras vidas. Hay eventos que no podemos ni cambiar ni controlar.

Claro que nos gustaría volver al pasado y cambiar determinadas cosas, pero no podemos. Estoy convencido que la felicidad está en el camino a recorrer. Es importante que aceptemos el camino y también que el cambio forma parte de nuestra vida. No podemos evitar los cambios, pero si la percepción de las cosas que suceden en esos cambios.

Preguntémonos:

¿Esto que me ha sucedido es real?

¿Hay algo que yo pueda hacer?

Aceptando la situación ¿qué es lo que puedo hacer para salir adelante? No pensemos aquello de “qué  injusta es la vida conmigo”.

3.La necesidad de amor.

La felicidad duradera es la de amar incondicionalmente. Amor expresado de muchas formas. Hay que escoger amar. Muchos decidimos protegernos y no mostrarnos como somos. Pero hay que ver debajo de las personas, y hay que ser conscientes que todos tenemos la necesidad de amar y ser amados. 

4.La  “inmortalidad” permanente de la muerte. 

La muerte es volver a un estadio fuera del tiempo. El mundo físico es algo personal y pasajero. Es un estado de paso hacia algo intangible pero más completo. Asumir que el ser feliz es un compromiso y una necesidad que dará sentido a nuestra vida.

5.La inefabilidad e infalibilidad del diseño. 

Puestos a racionalizar las cosas, es innegable que hay un diseñador inteligente que creó el universo. Podemos llamarle como queramos: Dios, El Creador, Big Bang,  Demiurgo, Buda, Mahoma, Extraterrestres… La naturaleza parece diseñada por un algoritmo perfecto, por una IA superior. La naturaleza se retroalimenta constantemente en un contexto sublime de belleza y perfección. Mientras tanto, vivimos en un mundo que pintamos a nuestra manera, creando una realidad que no es más que nuestra realidad.

Volvamos a recordar la fórmula algorítmica:

LA FELICIDAD ES MAYOR O IGUAL QUE NUESTRA PERCEPCION  DE LOS EVENTOS MENOS  LAS PERSPECTIVAS QUE TENEMOS DE ESOS EVENTOS.

Todos vamos en busca de la felicidad. En nuestras manos está el quitar o minimizar las ideas preconcebidas de nuestro cerebro, ser conscientes de nuestras debilidades y sesgos… es entonces cuando creceremos como personas y comenzaremos a entender todo lo que no ayuda a alcanzar esa felicidad.

Es ahora cuando debemos aprender a decodificar el algoritmo de la felicidad. 

Miguel A. López

27/04/2023