Para mí, contemplar el paso del tiempo es un privilegio, una experiencia que, desgraciadamente, no todos han tenido la oportunidad de disfrutar. Por esta razón, agradezco cada amanecer como un preciado regalo.
En nuestra única vida, todo tiene cabida: amor, pasión, esperanza, dolor, injusticias y perdón. A medida que cumplimos años, los momentos vividos y las decisiones tomadas nos dejan marcas indelebles llenas de certezas y dudas.
Sin embargo, a menudo, los arrepentimientos nos persiguen como sombras, haciéndonos saber que muchas veces los pasamos por alto en nuestro deambular por este camino que llamamos vida.
Estos son 15 de ellos:
- No hacer más por los demás: Cuando ayudas a alguien, te sientes bien contigo mismo y con los demás. Ayudar a quien lo necesita no solo beneficia a ellos sino que te enriquece a ti también.
- No ser tu yo auténtico: No te dejes influir por lo que digan los demás. Tu personalidad es tu guía en la vida. Vivir siendo fiel a ti mismo te da tranquilidad y confianza.
- No ignorar tu propia felicidad: Ten siempre un momento para cuidarte, porque te lo mereces. Tu felicidad es clave para disfrutar plenamente cuando envejezcas. No te castigues más de lo necesario; hay suficiente gente haciéndolo por ti.
- Dejar morir tu pasión: No dejes de hacer lo que te entusiasma. Tu pasión es la chispa que te ilumina en los momentos difíciles.
- No ignorar tu instinto: Haz caso a tu intuición; es tu guía hacia la verdad.
- No pasar más tiempo con tus hijos: Aprovecha cada momento con tus hijos al máximo, porque el tiempo es irreversible. Disfruta de esos momentos irrepetibles.
- No cultivar buenas relaciones: Las relaciones son el alimento del alma. Cuídalas con cariño y paciencia, ya que son las que te nutren verdaderamente en la vida.
- No expresar tus sentimientos: Habla con el corazón y no te guardes lo que sientes. Expresar tus sentimientos te quita un peso de encima.
- No guardar rencores: Perdona y olvida. El perdón es el remedio que sana las heridas del pasado. Más que un regalo para el otro, el perdón es un acto que cura y libera a quien lo otorga. Despídete del rencor y abraza la felicidad.
- No tomar riesgos: La vida es un desafío constante. Anímate a salir de tu zona de confort; allí es donde te esperan las sorpresas que dan sabor a la existencia. ¡Atrévete a explorar lo desconocido!
- No perderse los pequeños momentos: La felicidad reside en los pequeños momentos. No los desestimes mientras persigues tus grandes sueños.
- Preocuparse por la opinión de los demás: No dejes que las opiniones ajenas te afecten. La autenticidad reside en vivir según tus propios valores y criterios. Vive tu vida, no la que otros esperan de ti.
- Tomarse la vida demasiado en serio: No te agobies por todo. La risa es la medicina del alma. No subestimes el poder transformador de la diversión y la alegría.
- No ver a un ser querido antes de morir: La despedida es una parte inevitable de la vida. No faltes en esos últimos momentos; el consuelo está en el abrazo final.
- No dejar un legado: Cada vida es una historia única e irrepetible. Deja tu huella en el mundo; aunque en dos generaciones nadie se acuerde de ti, tu legado perdurará para siempre. Es tu contribución eterna al tejido de la existencia.
Estas enseñanzas son solo algunas de las lecciones que la vida me ha dado. No afirmo que sean verdades universales ni aseguro que sean aplicables para todos. Son simples reflexiones personales que pueden ayudar a vivir de manera más plena.
Mi deseo es que te inspiren a abrazar la vida con entusiasmo, aprovechando cada momento de este regalo que llamamos vida.
Miguel A. López Molina
17/11/2023