Una de las cosas que más nos cuesta (o al menos para mí, aunque sospecho que no soy el único) es reflexionar sobre uno mismo. Es como abrir una caja de herramientas que, en lugar de destornilladores, contiene recuerdos embarazosos, decisiones cuestionables y un martillo que parece diseñado exclusivamente para golpear tu autoestima. ¿Os pasa también, o soy yo el único con un GPS interno programado para llevarme a:  “Lugares Insospechados, Incómodos y Martirizantes S.A.?”, Por su puesto sin opción de retorno.

Curiosamente, somos los reyes de la indulgencia con los demás: "No te preocupes, todos cometemos errores", decimos con una sonrisa. Pero cuando se trata de nosotros, activamos el modo inquisidor: “¿Cómo pudiste ser tan torpe?” O peor aún, “¡Bravo! Has ganado el premio al fracaso del año”. Muy motivador, ¿verdad?

Así que, para este nuevo año, me he propuesto algo diferente. Sin flagelaciones innecesarias, pero tampoco con indulgencias absurdas, os dejo 12 propósitos/reflexiones para comenzar este año de forma un poco más consciente.

Ah, y en forma de Acróstico con el nombre de este espacio: Ylógica®mente.

Porque, seamos sinceros, todo resulta más sencillo si le ponemos un poco de  imaginación.

¡Que seáis moderadamente felices!

Ya es hora de hacer las paces con el presente, sin cargar con lo que no se puede cambiar.

Libera las cadenas del pasado, pero abraza sus lecciones con gratitud.

Optimiza tu tiempo para disfrutar más y preocuparse menos.

Goza de las pequeñas cosas, siempre hallarás grandeza si miras bien.

Intentar nuevas formas de superar obstáculos sin miedo al fracaso.

Construye relaciones auténticas, basadas en el respeto y la empatía

Alimenta tu alma con gratitud por lo que tenemos, aquí y ahora.

Miremos el futuro como una promesa, no como una amenaza.

Encuentra el equilibrio en las pequeñas cosas que nos dan sentido.

Nunca dejes que los obstáculos definan quién eres; que lo hagan tus respuestas.

Tomar cada decisión con el corazón en paz, evitando el arrepentimiento innecesario.

Explorar el poder del presente, porque es el único momento que realmente nos pertenece.

Miguel A. López Molina

10/01/2025